Mensaje del Prelado (15 marzo 2024)

Queridísimos: ¡que Jesús me guarde a mis hijas y a mis hijos!

La proximidad de la Semana Santa nos invita ya a intensificar la contemplación de Jesucristo en la cruz. A esto nos está ayudando litúrgicamente la Cuaresma que, como todas las dimensiones de la vida cristiana, nos va llevando a la identificación con Jesús. Me vienen a la memoria aquellas palabras que san Josemaría dirigió a un grupo de hijos suyos: «Manifestad claramente el Cristo que sois, por vuestra vida, por vuestro Amor, por vuestro espíritu de servicio, por vuestro afán de trabajo, por vuestra comprensión, por vuestro celo por las almas» (13-VI-1974). Con la ayuda de la gracia, podremos siempre crecer en un amor que no se queda en lo superficial, sino que se manifiesta también en la preocupación por los demás. El espíritu de servicio, el deseo eficaz de amar con obras a … Continuar leyendo

Audiencia 13 marzo 2024. PP Francisco

Catequesis. Vicios y virtudes. 11. El actuar virtuoso

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Después de haber concluido nuestra visión general de la serie sobre los vicios, ha llegado el momento de volver la mirada a la imagen especular que se opone a la experiencia del mal.  El corazón humano puede complacerse en malas pasiones, puede prestar atención a tentaciones nocivas disfrazadas con vestidos seductores, pero también puede oponerse a todo esto. Por fatigoso que sea, el ser humano está hecho para el bien, que le realiza verdaderamente, y también puede practicar este arte, haciendo que ciertas disposiciones se hagan permanentes en él. La reflexión sobre esta maravillosa posibilidad nuestra constituye un capítulo clásico de la filosofía moral: el capítulo de las virtudes.

Los filósofos romanos la llamaban virtus, los griegos aretè. El término latino subraya sobre todo que la persona virtuosa es fuerte, valiente, capaz … Continuar leyendo

Audiencia 6 marzo 2024. PP Francisco

En nuestro itinerario catequético sobre los vicios y las virtudes, llegamos hoy al último de los vicios: la soberbia. Los antiguos griegos lo definían con una palabra que podría traducirse como «esplendor excesivo». En realidad, la soberbia es la auto-exaltación, el engreimiento, la vanidad. El término aparece también en esa serie de vicios que Jesús enumera para explicar que el mal procede siempre del corazón del hombre (cf. Mc 7,22). El soberbio es aquel que cree ser mucho más de lo que es en realidad; aquel que se estremece por ser reconocido como superior a los demás, siempre quiere ver reconocidos sus propios méritos y desprecia a los demás considerándolos inferiores.

A partir de esta primera descripción, vemos cómo el vicio de la soberbia está muy cerca del de la vanagloria, que presentamos la última vez. Pero si la vanagloria es una enfermedad del yo humano, se trata de … Continuar leyendo

Audiencia 28 febrero 2024. PP Francisco

Hoy examinaremos dos vicios capitales que encontramos en los grandes catálogos que nos ha legado la tradición espiritual: la envidia y la vanagloria.

Comencemos por la envidia. En la Sagrada Escritura (cfr. Gen 4) se nos presenta como uno de los vicios más antiguos: el odio de Caín hacia Abel se desata cuando se da cuenta de que los sacrificios del hermano agradan a Dios. Caín era el primogénito de Adán y Eva, se había llevado la parte más considerable de la herencia paterna; sin embargo, es suficiente que Abel, el hermano menor, tenga éxito en una pequeña iniciativa, para que Caín se torne sombrío. El rostro del envidioso es siempre triste: mantiene baja la mirada, parece estar constantemente examinando el suelo, pero en realidad no ve nada, porque su mente está envuelta en pensamientos llenos de maldad. La envidia, si no se controla, conduce al odio del otro. Abel morirá a … Continuar leyendo