Audiencia 22 mayo 2019. PP Francisco

Hoy terminamos el ciclo de catequesis sobre el “Padre Nuestro”. Podemos decir que la oración cristiana nace de la audacia de llamar a Dios con el nombre de “Padre”. Esta es la raíz de la oración cristiana: llamar “Padre” a Dios. ¡Hace falta valor! No se trata  tanto de una fórmula, como de una intimidad filial en la que somos introducidos por gracia: Jesús es el revelador del Padre y nos da familiaridad con Él. ” No nos deja una fórmula para repetirla de modo mecánico). Como en toda oración vocal, el Espíritu Santo, a través de la Palabra de Dios, enseña a los hijos de Dios a hablar con su Padre. “(Catecismo de la Iglesia Católica, 2766). Jesús mismo usó diferentes expresiones para rezar al Padre. Si leemos con atención los Evangelios descubrimos que estas expresiones de oración que emergen en los labios de Jesús recuerdan el … Continuar leyendo

Audiencia 15. 5. 2019. PP Francisco

Llegamos a la séptima petición del “Padre Nuestro”: “Mas líbranos del mal” (Mt 6,13b). Con esta expresión, el que ora no pide solamente que no se le abandone en el momento de la tentación, sino también que se le libre del mal. El verbo original en griego es muy fuerte: evoca la presencia del maligno que tiende a agarrarnos y mordernos (ver 1 P. 5: 8) y del cual pedimos a Dios que nos libre- El apóstol Pedro dice también que el maligno, el diablo, nos rodea como un león enfurecido, para devorarnos y nosotros pedimos a Dios que nos libre de él.

Con esta doble súplica: “No nos abandones” y “líbranos”, surge una característica esencial de la oración cristiana. Jesús enseña a sus amigos a anteponer la invocación del Padre a todo, incluso y especialmente cuando el maligno hace sentir su presencia amenazadora. En efecto, … Continuar leyendo

MENSAJE DEL PRELADO 8 MAYO 2019

Queridísimos, ¡que Jesús me guarde a mis hijas y a mis hijos!

Recordamos bien cómo san Josemaría nos animaba a mantener una actitud habitual de agradecimiento a Dios “por todo, porque todo es bueno” (Camino, n. 268). Es una sencilla y muy valiosa manera de orar.

Demos gracias al Señor por todas las cosas buenas que nos permite vivir y por tantos dones de los que muchas veces ni siquiera nos damos cuenta. También en medio de problemas, del dolor o de la experiencia de nuestra propia debilidad, Dios nos ofrece la oportunidad de ver más allá de lo inmediato para confiar en su amor: «Si dais gracias a Dios por todo, habréis adelantado mucho en vuestra vida espiritual», nos decía en una ocasión san Josemaría (28-III-1971).

Hace pocos días, hemos agradecido especialmente al Señor la ordenación de 34 nuevos sacerdotes de … Continuar leyendo

Audiencia 8. 5. 2019. PP Francisco

Ayer a última hora de la tarde regresé de un viaje apostólico de tres días que me llevó a Bulgaria y a Macedonia del Norte.  Doy gracias a Dios por haberme concedido efectuar estas visitas, y renuevo mi gratitud a las autoridades civiles de estos dos países que me han recibido con gran cortesía y disponibilidad. Mi más cordial “gracias” a los obispos y a sus respectivas comunidades eclesiales, por el calor y la devoción con que acompañaron mi peregrinación.

En Bulgaria fui guiado por la memoria viva de San Juan XXIII, que fue enviado en 1925 a ese país primero como Visitador y luego como Delegado Apostólico. Animado por su ejemplo de benevolencia y caridad pastoral, encontré a ese pueblo llamado a hacer de puente entre Europa central, oriental y meridional. Con el lema “Pacem in terris”, invité a todos a recorrer el camino de la … Continuar leyendo

Audiencia 1 mayo 2019. PP Francisco

Continuamos en la catequesis sobre el Padre Nuestro, llegando ahora a la penúltima invocación: «No nos dejes caer en la tentación» (Mateo 6, 13). Otra versión dice: «No nos abandones a la tentación». El Padre Nuestro comienza de una manera serena: nos hace desear que el gran proyecto de Dios se pueda realizar entre nosotros. Luego mira la vida y nos pregunta qué necesitamos cotidianamente: el «pan de cada día». Luego, la oración se dirige a nuestras relaciones interpersonales, a menudo contaminadas por el egoísmo: pedimos perdón y nos comprometemos a darlo. Pero es con esta penúltima invocación con la que nuestro diálogo con el Padre celestial entra, por así decirlo, en el corazón del drama, es decir, en el terreno de la confrontación entre nuestra libertad y las trampas del maligno.

Como es bien sabido, la expresión griega original contenida en los Evangelios es difícil de … Continuar leyendo