Carta Prelado, junio 2016
Queridísimos: ¡que Jesús me guarde a mis hijas y a mis hijos!
Han transcurrido dos semanas desde la Ascensión de Jesucristo al Cielo y resuenan todavía en nosotros sus últimas palabras en la tierra: id al mundo entero y predicad el Evangelio a toda criatura[1]. Contamos con la asistencia del Espíritu Santo, que el Señor envió a los Apóstoles en el Cenáculo y que sigue animando a la Iglesia, como en una nueva Pentecostés[2]. Había prometido: el Paráclito, el Espíritu Santo que el Padre enviará en mi nombre, Él os enseñará todo y os recordará todas las cosas que os he dicho[3]. Y cumplió su promesa. Nos toca a nosotros, que somos discípulos suyos, llevar por todo el mundo, con nuestra palabra y nuestro ejemplo, el mensaje de salvación que ha confiado a los cristianos.
Éste, y no … Continuar leyendo