Audiencia del Papa: texto completo de la catequesis del 27 de enero

El santo padre Francisco durante la audiencia general de este miércoles 27 de enero ha recordado que la misericordia de Dios estuvo siempre presente en la historia del pueblo de Israel. Y que en este Jubileo la Misericordia es el año oportuno para abrazarse y perdonarse con familiares o personas con quien nos hemos distanciado o peleado. Nos invita así a convertirnos en mediadores de misericordia con las obras de misericordia, que son la herencia que Dios Padre ha tenido con nosotros.

A continuación el texto completo:

“Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
En la Sagrada Escritura, la misericordia de Dios está presente a lo largo de toda la historia del pueblo de Israel.

Con su misericordia, el Señor acompaña el camino de los patriarcas, les dona hijos a pesar de la condición de esterilidad, les conduce por caminos de gracia y de reconciliación, como muestra la historia de … Continuar leyendo

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO
PARA LA CUARESMA 2016

“Misericordia quiero y no sacrificio” (Mt 9,13).
Las obras de misericordia en el camino jubilar

  • María, icono de una Iglesia que evangeliza porque es evangelizada
  • En la Bula de convocación del Jubileo invité a que «la Cuaresma de este Año Jubilar sea vivida con mayor intensidad, como momento fuerte para celebrar y experimentar la misericordia de Dios» (Misericordiae vultus, 17). Con la invitación a escuchar la Palabra de Dios y a participar en la iniciativa «24 horas para el Señor» quise hacer hincapié en la primacía de la escucha orante de la Palabra, especialmente de la palabra profética. La misericordia de Dios, en efecto, es un anuncio al mundo: pero cada cristiano está llamado a experimentar en primera persona ese anuncio. Por eso, en el tiempo de la Cuaresma enviaré a los Misioneros de la Misericordia, a fin de que sean para todos … Continuar leyendo

    Audiencia del Papa: texto completo de la catequesis del 20 de enero

    Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

    Hemos escuchado el texto bíblico que este año guía la reflexión en la Semana de oración por la unidad de los cristianos, que va del 18 al 25 de enero. Este pasaje de la primera carta de san Pedro ha sido elegido por un grupo ecuménico de  Letonia, encargado por el Consejo Ecuménico de las Iglesias y el Pontificio Consejo para la promoción de la unidad de los cristianos.

    En el centro de la catedral luterana de Riga hay una fuente bautismal que se remonta al siglo XII, al tiempo en el que Letonia fue evangelizada por san Mainardo.

    Esa fuente es un signo elocuente de un origen de fe reconocido por todos los cristianos de Letonia, católicos, luteranos y ortodoxos. Tal origen es nuestro común Bautismo. El Concilio Vaticano II afirma que “el bautismo constituye … Continuar leyendo

    Texto completo de la catequesis del 13 de enero 2016

    Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

    Hoy comenzamos las catequesis sobre la misericordia según la perspectiva bíblica, para aprender la misericordia escuchando eso que Dios mismo nos enseña con su palabra. Empezamos por el Antiguo Testamento, que nos prepara y nos conduce a la revelación llena de Jesucristo, en quien lo lleva a cabo y se revela la misericordia del Padre. En la Sagrada Escritura, el Señor es presentado como “Dios misericordioso”. Este es su nombre, a través del cual Él nos revela, por así decir, su rostro y su corazón. Él mismo, como narra el Libro del Éxodo, revelándose a Moisés se autodefine así: “El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira, rico en clemencia” . También en otros textos encontramos esta fórmula, con alguna variante, pero siempre la insistencia se pone en la misericordia y sobre el amor de Dios que no … Continuar leyendo

    HOMILIA PP FRANCISCO SOLEMNIDAD DE LA EPIFANIA 2016

    Las palabras que el profeta Isaías dirige a la ciudad santa de Jerusalén nos invitan a salir; a salir de nuestras clausuras, a salir de nosotros mismos, y a reconocer el esplendor de la luz que ilumina nuestras vidas: «¡Levántate y resplandece, porque llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti!» (60,1). «Tu luz» es la gloria del Señor. La Iglesia no puede pretender brillar con luz propia. San Ambrosio nos lo recuerda con una hermosa expresión, aplicando a la Iglesia la imagen de la luna: «La Iglesia es verdaderamente como la luna: […] no brilla con luz propia, sino con la luz de Cristo. Recibe su esplendor del Sol de justicia, para poder decir luego: «Vivo, pero no soy yo el que vive, es Cristo quien vive en mí»» (Hexameron, IV, 8, 32). Cristo es la luz verdadera que brilla; y, en la medida en … Continuar leyendo

    Carta del Prelado (enero de 2016)

    Queridísimos: ¡que Jesús me guarde a mis hijas y a mis hijos!

    Nos llenamos de gozo al rezar en la antífona de entrada de la Misa de hoy: Salve, sancta Parens…; salve, santa Madre de Dios, porque has dado a luz al Rey que gobierna cielo y tierra por los siglos de los siglos[1]. Nos causa una enorme alegría confesar nuestra fe en la Maternidad divina de María, raíz de los demás privilegios con los que la Trinidad adornó a Nuestra Señora. Dios la creó inmaculada y la colmó de la gracia, para que también su cuerpo virginal estuviese como predispuesto para engendrar al Hijo de Dios en la carne[2]. ¡Qué maravilla! Bien podemos decir a la Madre de Dios y Madre nuestra: ¡Más que tú, sólo Dios![3].

    Comprendemos el entusiasmo de los cristianos de Éfeso, ciudad donde se celebró el Concilio ecuménico que … Continuar leyendo

    Texto completo de la homilía del Papa. Te Deum 31.12.15

    ¡Cuán lleno de significado es nuestro estar reunidos juntos para alabar al Señor al término de este año!

    La Iglesia en tantas ocasiones siente la alegría y el deber de elevar su canto a Dios con estas palabras de alabanza, que desde el siglo cuarto acompañan la oración en los momentos importantes de su peregrinación terrena. Es la alegría del agradecimiento que casi espontáneamente emana de nuestra oración, para reconocer la presencia amorosa de Dios en los acontecimientos de nuestra historia. Pero, como sucede a menudo, sentimos que en nuestra oración no basta sólo nuestra voz. Ella tiene necesidad de reforzarse con la compañía de todo el pueblo de Dios, que al unísono hacen sentir su canto de agradecimiento. Por esto, en el Te Deum pedimos la ayuda a los Ángeles, a los Profetas y a toda la creación para dar alabanza al Señor.

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