CARTA DEL PRELADO, ENERO 2015

Queridísimos: ¡que Jesús me guarde a mis hijas y a mis hijos!

Estamos en Navidad y añado con nuestro Padre: los diversos hechos y circunstancias que rodearon el nacimiento del Hijo de Dios acuden a nuestro recuerdo, y la mirada se detiene en la gruta de Belén, en el hogar de Nazaret. María, José, Jesús Niño, ocupan de un modo muy especial el centro de nuestro corazón. ¿Qué nos dice, qué nos enseña la vida a la vez sencilla y admirable de esa Sagrada Familia?[1].

Estas palabras nos ayudan a situarnos en el clima propio de unas fiestas tan santas. Nos detenemos a contemplar una y otra vez, sin cansarnos, el nacimiento del Señor. Querríamos ahondar más y más en este maravilloso misterio, pero nos quedamos siempre cortos: el amor de Dios por la humanidad, por cada una y cada uno de … Continuar leyendo