Audiencia 14 febrero 2024. PP Francisco

Catequesis. Vicios y virtudes. 8. La acedia.

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Entre todos los vicios capitales hay uno que a menudo pasa inadvertido, quizás en virtud de su nombre, que a muchos les resulta poco comprensible: estoy hablando de la acedia. Por eso, en el catálogo de los vicios, el término acedia está a menudo sustituido por otro de uso mucho más común: la pereza. En realidad, la pereza es más un efecto que una causa. Cuando una persona permanece inactiva, indolente, apática, nosotros decimos que es perezosa. Pero, como enseña la sabiduría de los antiguos padres del desierto, a menudo la raíz de esta pereza es la acedia, en griego significa literalmente “falta de cuidado”.

Se trata de una tentación muy peligrosa, con la que no se debe jugar. Quien cae víctima de este vicio es como si estuviera … Continuar leyendo

Audiencia 7 febrero 2024. PP Francisco

Catequesis. Vicios y virtudes. 7. La tristeza.

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

En nuestro recorrido de catequesis sobre los vicios y las virtudes, hoy nos detenemos en un vicio bastante feo, la tristeza, entendida como un abatimiento del ánimo, una aflicción constante que impide al ser humano experimentar alegría por su propia existencia.

Ante todo, hay que señalar que, respecto a la tristeza, los Padres hacían una distinción importante. Hay, en efecto, una tristeza que conviene a de la vida cristiana, y que con la gracia de Dios se transforma en alegría: ésta, por supuesto, no debe rechazarse y forma parte del camino de conversión. Pero existe también un segundo tipo de tristeza que se insinúa en el alma y la postra en un estado de abatimiento: es este segundo tipo de tristeza el que hay que combatir resueltamente y con todas … Continuar leyendo

Audiencia 31 enero 2024. PP Francisco

Catequesis. Vicios y virtudes. 6. La ira

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

En estas semanas estamos tratando el tema de los vicios y las virtudes, y hoy nos detenemos a reflexionar sobre el vicio de la ira. Es un vicio particularmente tenebroso, y es quizás el más simple de reconocer desde un punto de vista físico. La persona dominada por la ira difícilmente logra disimular este ímpetu: lo reconoces por los movimientos del cuerpo, por la agresividad, por la respiración agitada, por la mirada torva y ceñuda.

En su manifestación más aguda, la ira es un vicio que no da tregua. Si nace de una injusticia padecida (o considerada como tal), a menudo no se desata contra el culpable, sino contra el primer desafortunado con el que uno se encuentra. Hay hombres que contienen su ira en el lugar de trabajo, mostrándose … Continuar leyendo