Audiencia 2. 10. 2019. PP Francisco

Después del martirio de Esteban, la “carrera” de la Palabra de Dios parece sufrir  un paro debido al desatarse de “una gran persecución contra la Iglesia de Jerusalén” (Hch 8,1). El resultado es  que los Apóstoles permanecen en Jerusalén, mientras muchos cristianos se dispersan por otros lugares en Judea y Samaria.

En el libro de los Hechos, la persecución aparece como el estado de vida permanente de los discípulos, de acuerdo con lo que había dicho Jesús: “Si a mí me han perseguido, también os perseguirán a vosotros”. (Jn 15.20). Pero la persecución, en lugar de apagar el fuego de la evangelización, lo atiza todavía más.

Hemos escuchado lo que hizo el diácono Felipe que comienza a evangelizar las ciudades de Samaria, y son numerosos los signos de liberación y sanación que acompañan el anuncio de la Palabra. Entonces, el Espíritu Santo marca una … Continuar leyendo