Mensaje del Prelado. 1.11.2107

Todos los Santos es la fiesta de la santidad discreta, sencilla. La santidad sin brillo humano, que parece no dejar rastro en la historia; y que, sin embargo, brilla ante el Señor y deja en el mundo una siembra de Amor de la que no se pierde nada. Al pensar en tantos hombres y mujeres que han recorrido ya ese camino y ahora gozan de Dios, recordaba unas palabras de la oración de san Josemaría: «Yo me pregunto muchas veces al día: ¿qué será cuando toda la belleza, toda la bondad, toda la maravilla infinita de Dios se vuelque en este pobre vaso de barro que soy yo, que somos todos nosotros? (…). Y entonces me explico bien aquello del Apóstol: “ni ojo vio, ni oído oyó…” (1 Cor 2,9) Vale la pena, hijos míos, vale la pena».

Somos pobres vasos de barro: frágiles, quebradizos. Pero … Continuar leyendo